lunes, 6 de mayo de 2013


Diez propuestas,
para una mejor política agropecuaria


Diez medidas para comenzar a recorrer el  camino inverso del monocultivo de soja  inducido,  volviendo a la chacra mixta, preservando los volúmenes productivos y los saldos exportables, garantizando el abastecimiento interno a precios razonables , ayudando a desmonopolizar la cadena alimentaria de la nación y consumando una contribución seria al combate antiinflacionario. Apuntalando  la inversión  público-privado; optimizando los esfuerzos y  esperando resultados que redunden en beneficios para toda la comunidad y no de sólo un pequeño grupo concentrado. Reitero,  es simplemente un aporte al debate, son medidas que actúan sobre la coyuntura, no tienen  costo fiscal excesivo  -podríamos decir que neutro-, y son relativamente fáciles de ejecutar. Además, tienen con seguridad, un enorme  retorno social y económico a corto plazo.
1- Fideicomiso con devolución de RETENCIONES. Para la diversificación productiva y agregación de valor en origen. El objetivo es generar un fondo rotatorio que ayude a los pequeños y medianos productores a la diversificación (no confundir con  rotación) de su producción, agregando valor en origen y que generando empleo decente, arraigo y ocupación del espacio geopolítico de la nación, algo que paralelamente,  aumentaría la oferta en cantidad, calidad y diversidad de la producción y elaboración de productos alimenticios, destinados al mercado interno, así como los saldo sobrantes a la exportación. Por y para  eso, es que ideamos este fondo, donde los beneficiarios pagarían el crédito tomado,  con  devolución de retenciones, orientadas y dirigidas, hacia proyecto productivos, que cumplan los requisitos establecidos, de hasta 10.000qq por productor.
Fondeo: el mismo se capitalizara, por parte del Estado, con un porcentaje fijo de las retenciones a la soja -no menor al 5%, de la campaña  precedente-  y/o con fondos de organismos internacionales, no condicionantes, como pueden ser los del FIDA, FAO, u otros.
 Administración: será administrado por un ente público mixto, con participación y control social.
Beneficiarios: Podrán ser beneficiarios productores individuales, cooperativas y sociedades comerciales de todo tipo, en los últimos casos se sumaran las devoluciones, de acuerdo a la cantidad de socios contados individualmente, para la cancelación del crédito.
Operatoria: una vez aprobado el crédito productivo del fideicomiso- que puede cubrir de hasta el 70% del proyecto-, recibirán un certificado de devolución de retenciones equivalente de hasta los 10.000qq  por productor, que irá -directa  e íntegramente- a cancelar la cuota parte crédito que tomó el beneficiario del proyecto del fideicomiso, eliminando TODO TIPO DE DEMORA, INCONVENIENTE O SOSPECHA DE NO DEVOLUCION, YA QUE LA CUOTA A PAGAR ESTA “ATADA” a la devolución de la retención.  A) Los beneficiarios deberán tener como obligación ineludible invertir en las zonas rurales y/o en poblaciones menores de 5000 hab, a fin  de garantizar los objetivos manifestados;  B) deberán crearse unidades de asesoramiento de armado de proyecto y facilitación de  acceso a los fondos, en el ámbito del Banco de la Nación Argentina, autárquicas y autónomas, descentralizadas administrativamente, con asiento físico en el interior profundo y productivo; c) Convenir, capacitar y descentralizar, la tarea de relevamiento y reclutamiento de interesados, en comunas, municipios y entidades intermedias; D) en la evaluación de los proyecto, deberá tenerse esencialmente en cuenta la viabilidad económica del anteproyecto, independientemente de los análisis financieros del o los solicitante. Será requisito indispensable que la fracción donde se asiente el proyecto esté libre de gravamen; E) se incorpora al Inta, el Inti y las universidades públicas a las unidades de asesoramiento y evaluación; F) el fideicomiso podrá subsidiar tasas y/o eventualmente garantizar  proyectos, o incorporar  al esquema Sociedades de Garantías Reciprocas, siempre y cuando sean protagonista pequeños y medianos productores.
Estos son  puntos gruesos  -a grandes rasgos- de este esquema, que consideramos novedosos. El mismo operaría de hecho, como una segmentación de retenciones, poniendo  mucho énfasis en la localización geográfica del proyecto y ayudando a generar una ocupación más racional del territorio que impactaría, como un freno importante, a las migraciones rurales  descontroladas, ya que propendería a la inversión donde está el problema, en el interior profundo.  Diversificación productiva, con agregación de valor y devolución de retenciones (orientadas), no es poco para empezar, los  detalles están a disposición de quien los requiera.
2-  Creación de un fondo federal agropecuario para la reconversión agroecológica de las franjas periurbanas impedidas de fumigar. Estos es imprescindible y no se puede postergar más en el tiempo, ya que todos los días están saliendo fallos y disposiciones sobre el impedimento de fumigar en las franjas y nadie se ocupa de qué hacer con esos productores (pequeños y medianos), ni de esa tierra. Este fondo debe integrarse esencialmente con recursos provinciales provenientes del impuesto inmobiliario rural, y de  fondeos internacionales, como los del FIDA, o el Banco Mundial, o cualquier otro gravamen que se cree, como puede ser el impuesto al latifundio; deberá  estar  destinado exclusivamente a la reconversión agroecológica de pequeños productores que se orienten su producción desde otros parámetros. También deberá incluir los fondos necesarios para la capacitación de los productores.
3- Fortalecimiento de los mercados locales o de cercanías, desalentando el traslado de  alimentos y mercaderías a través de grandes distancias, por todos los problemas que este tipo de logística genera -tanto en los costos  económicos como ambientales, que los termina pagando el consumidor-. Propender a los consumos de  la comarca, es el objetivo a conquistar. Y esto requiere de un complemento indispensable como es la construcción de mercados populares en toda ciudad mayor de 100.000 hab. Con un esquema de operatoria similar al del Mercado Central. Y que reproduzca en todo el país un proceso parecido  al de los parque industriales, que tienen su propio registro, el RESPI (Registro Nacional de Parque Industriales) y cuentan con fondos especiales para hacer -o mejorar-  la infraestructura. A) liberar el expendio de leche cruda en poblaciones menores de 5000 habitantes;  b) incentivar las plantaciones de frutas y hortalizas en las franjas mencionadas en el punto 2, así como en terrenos ferroviarios, baldíos y banquinas de nuestros poblados rurales y ciudades.
4- Creación del Instituto de Colonización Agraria. Por ley, como ente autárquico, con fondeo nacional e internacional ( emitir una serie de títulos públicos con el objetivo de capitalizar al instituto, Cédulas Hipotecarias) que intervenga en el mercado de tierras, al estilo del Instituto de Colonización del Uruguay; que compre, parcele y entregue, con fines estratégicos ,vinculados con la soberanía y seguridad alimentaria de la nación, destinado especialmente a hijos de chacareros, peones rurales, técnicos y profesionales vinculados con la actividad agropecuaria.
5- Sanción de una ley de arrendamiento y aparcerías rurales. Ya ampliamente difundida y con varios proyecto con estado parlamentario, la norma que se sancione para ser efectiva deberá contener esencialmente límites a los arrendamientos en cuanto superficie y promoción impositiva  del arriendo para los agricultores familiares.
6- Sanción de la Ley de Compra Pública para la agricultura familiar, con porcentajes fijos, similar a la que existe en el Brasil, donde el 30% de las compras del estado brasileño para sus programas sociales, debe adquirirse a la Agricultura Familiar.  a) Debe incluirse en la ley, la protección de  determinadas actividades  para la agricultura familiar, como por ejemplo: cunicultura, porcinocultura familiar, la lechería, etc. Esto tiene que ver con defender la seguridad alimentaria de la población y evitar las prácticas monopólicas, ya que es muy riesgosos que actividades estratégicas para el consumo -como la leche- quede en manos de algunas pocas empresas.
7- Debe discutirse en el parlamento una legislación antimonopólica, que impida la integración vertical de las empresas fundamentalmente en el área de los alimentos, similar a la que rige en los EEUU. Se debe garantizar  la libre competencia que evite posiciones dominaste y permita que los mercados se expresen con fluidez. Defensa de los mercados de referencias.
8- Fortalecimiento de la educación rural y técnica, creando especialidades para la agricultura familiar. Con salidas laborales vinculados a los proyectos antes mencionados.
9-  Impuesto al latifundio. Convocar al consejo federal agropecuario y consensuar una norma que grave a toda extensión de tierras mayor  a las 5 unidades económicas. Los fondos de este impuesto deben aplicarse esencialmente  para  proveer de recursos  a lo que expresan el punto 2 y 4.
10- Control de precios a proveedores de insumos, fabricantes de máquinas agrícolas y herramientas, así como a la “repuestería” en general. Este tema es central para el correcto funcionamiento de la política de sustitución de importaciones, ya que muchos empresarios inescrupulosos aumentan desmedidamente los precios perjudicando esencialmente a los productores-consumidores de máquinas y  repuestos, quedándose  -los fabricantes- con buena parte de la rentabilidad de los chacareros y encareciendo artificialmente los insumos, que luego se trasladan a los precios que pagan los consumidores, es decir el PUEBLO.
Esto  es un conjunto de ideas, que deben ser parte de un  programa integral cuyo costo fiscal es mínimo -como dijimos al comienzo-, y que además, incluye ítems concretos de generación de nuevos recursos tributarios, como la ley de impuesto al latifundio, así como la reorientación de otros. Pero sin dudas, el impacto sobre el empleo y la oferta de alimentos será muy grande y contribuirá a aflojar las tenciones inflacionarias en el sector de los alimentos; tensiones que tienen que ver con la concentración de la oferta y la falta de inversión. Estas propuestas apuntan al corazón del problema y le incorporan  pautas de distribución del ingreso y equilibrio fiscal, sobre la base de que aporten los sectores más concentrados de las actividades agropecuarias. Reitero lo que dije al comienzo, es sólo un modesto aporte para comenzar la discusión de otra política agropecuaria, que esencialmente cambie el centro: que pase de ocuparse sólo de volúmenes, a preservar los volúmenes, agregándole a la vez, rostro humano, con sujetos agrario concretos, que hoy están al borde de la desaparición.
Estas medidas, por último tienen un claro mensaje, en el sentido de acotar la acción del mercado, en  la orientación agrícola del país, para que sea el Estado -a través de la política- el que conduzca  el destino agropecuario, y no los grupos concentrados que toman a toda la población como rehén de sus prácticas monopólicas. Es la alianza formada por la sociedad, el Estado y los agricultores familiares, la que  debe protagonizar, orientar y garantizar el abastecimiento de alimentos a nuestro pueblo -fijando la agenda agrícola y quiénes son los que la ejecutan-, y no los grupos transnacionales y sus voceros internos,  que sólo buscan una agricultura de volumen al servicio de la rentabilidad  empresarial transnacional, despreocupándose, en forma absoluta, de la seguridad y soberanía alimentaria de la nación. Aclaro -para los “apurados”- no es un plan, sólo son medidas de coyuntura, para comenzar el debate, fáciles de aplicar y que, si se “trabajan bien”, tendrán el consenso de la mayoría del pueblo  y del 80% de la clase política. Se opondrán los sectores concentrados y sus voceros locales, que sólo saben vociferar, libertad de mercado, libre comercio, menos Estado, menos impuestos (y que pague igual el que tiene 50 hectárea que el que tiene 5.000). Añoranzas de un mundo que ya no existe, pero que, en la Argentina actual,  anidan en la cabeza de un reducido, pero poderoso, grupo de  nostálgicos; librecambistas, algunos, y  por suerte los menos, con desvaríos golpistas.                                                                                   


Pedro Peretti 
Salud y cosechas