sábado, 27 de septiembre de 2014

La edad Kicillof

  La edad de Kicillof es, para la derecha argentina, tema de debate, y el principal  atributo negativo
Axel Kicillof. Ministro de Economía de Argentina.













para ejercer con eficacia, la función de ministro. Una curiosa teoría que demuestra la escasa imaginación del neoliberalismo criollo, y su poco apego e interés a revisar la historia reciente del país. Parece que ellos hubieran arribado a la vida política ayer, que no tuvieran  pasado, ni nada de lo que hacerse cargo, ni siquiera de cómo dejaron el país que estalló en 2001. Desde el fondo de la historia, vienen  sirviendo a intereses antipopulares, y los principales ministros -sus ministros-, los pusieron “esos” intereses y “esa” forma de ver y organizar la sociedad;  íconos proverbiales de la entrega del país;  tenían  todos menos de 40 años... y los apoyaron o nos opusimos,  no por la edad, sino por las política que llevaban adelante. La edad es, hoy, una excusa pueril para oponerse a políticas públicas inclusivas, de defensa de la soberanía nacional; siempre encuentran “algo” para oponerse a lo popular.

  Según Macri: “Kicillof es un pibe sin experiencia” (diarioargentino.com); para Héctor Méndez, presidente de la UIA, “…toda la responsabilidad va a caer en un jovencito o en una señora”. (Clarín 24/7/14); “no puede ser más catastrófica la gestión de este chico”, dijo Eduardo Buzzi (Infocampo 28/8/14); y para José L. Espert, representante de los fondos buitres, el Ministro de Economía “es un chiquilín” (Diario Registrado). Como vemos, el coro de querubines de la derecha argentina enfila todo para el mismo lado. Axel Kicillof tiene 42 años, nació el 25 de septiembre de 1971 (no es ningún chiquilín), tiene una sólida formación académica, actuó exitosamente en la estatización de YPF, la creación del plan PROCREAR, PROGRESAR,  en la conjura del golpe de mercado de Enero de este año, y lidera con singular éxito la resistencia al intento de saqueo de los fondos buitres, aplica políticas contra cíclicas para defender el empleo, el mercado interno y pone coto a las corporaciones, va al congreso y los pasea regularmente, a todos los liberales anti estatistas, nostálgicos de la década del ‘90. Hasta ahora, se ha mostrado como un gran piloto de tormentas, que piensa en el pueblo y no en las corporaciones. ¡Casi nada ¿no?! Su éxito -o no-,  depende en gran medida de la fortaleza política del movimiento nacional y popular, y no de su edad.
  Veamos un poco la edad de otros Ministros de Economía que pusieron “ellos”. Domingo Felipe Cavallo, a quien ninguno de estos “próceres”, preocupados por la cuestión generacional, cuestionó por el desastre que hizo, nació en San Francisco, Córdoba en 1946; tenía 35 años cuando estableció, en 1981, el famoso seguro de cambio que estatizó la deuda privada de muchos de los que hoy, critican a Kicillof por su edad;  en 1989, con 43 años, fue Ministro de Relaciones Exteriores de Menen y en 1991, Ministro de la Convertibilidad, con 45 años. Pero sigamos viendo partidas de nacimientos de la cipayería argentina. Adalbert  Krieger Vasena, viejo cipayo al servicio del capital extranjero, llegó al puesto de Ministro en 1957, tenía 37 años de edad. Álvaro Alsogaray, menemista y liberal como Macri y compañía, fue Ministro de Industria a los 43 años. Roberto T Alemán, tenía 38 años cuando llegó al Ministerio de Economía, en 1961. Y José Alfredo Martínez de Hoz fue Ministro de Economía -por primera vez-, a los 38,  en 1963. Miren que equipo notable  de vende patrias. Éstos sí que destruyeron al país de verdad, rifaron el patrimonio público y empobrecieron por décadas a nuestro pueblo. Todos menores que Kicillof. Y no los combatimos o criticamos por jóvenes, sino por  entreguistas. Son los “jóvenes viejos”, como los definió Salvador Allende, en la  Universidad de Guadalajara, México, en un célebre discurso a la juventud. Joven o viejo, por sí solo dice poco, lo que importa son los intereses  que se defienden. El problema no es generacional, sino ideológico.

  Para los liberales vernáculos, pareciera ser que la edad ideal para ser Ministro, es aquella que tiene quien les concede todo; mientras que la peor edad es la que tiene quien defiende el interés nacional y les pone límites. Cavallo y Kicillof, llegaron a ser Ministros a la misma edad, pero con intereses y planes totalmente distintos, donde la edad es sólo una anécdota. La verdad es cómo se reparte la riqueza que genera el pueblo argentino. Eso es lo que parte aguas.

Salud y consechas
Pedro Peretti