miércoles, 1 de junio de 2016


LA REVOLUCIÓN... DE LOS RICOS

  Por primera vez desde la sanción de la ley Sáenz Peña, el 10 de febrero de 1912, la derecha
clara -la de los golpes, tanto militares, como de mercados-, gana una elección verdaderamente limpia y democrática, sin  proscripciones ni trampas. Esta vez no tuvo necesidad de interrumpir ningún proceso democrático, para imponer su modelo económico-social-político de subordinación al capital extranjero, como en 1930, 1955,1966, o 1976, ni proscribir al movimiento mayoritario durante 18 años, (1955-1973) no dejándolo participar en elecciones, como en las de 1958 y 1963. No le fue menester  cooptar  ningún  “ala” de los partidos mayoritarios para alzarse con el manejo del gobierno, para aplicar  un plan económico antipopular, como con Alvear, Isabelita, Menem, o De la Rúa.