LA REVOLUCIÓN... DE LOS RICOS
Por primera vez desde la sanción de la ley
Sáenz Peña, el 10 de febrero de 1912, la derecha
clara -la de los golpes, tanto
militares, como de mercados-, gana una elección verdaderamente limpia y
democrática, sin proscripciones ni
trampas. Esta vez no tuvo necesidad de interrumpir ningún proceso democrático,
para imponer su modelo económico-social-político de subordinación al capital
extranjero, como en 1930, 1955,1966, o 1976, ni proscribir al movimiento
mayoritario durante 18 años, (1955-1973) no dejándolo participar en elecciones,
como en las de 1958 y 1963. No le fue menester
cooptar ningún “ala” de los partidos mayoritarios para
alzarse con el manejo del gobierno, para aplicar un plan económico antipopular, como con Alvear,
Isabelita, Menem, o De