domingo, 24 de abril de 2016

LA CARTA DE MARITA

  La llegada de Mauricio Macri a Colonia Fidela se parece más un montaje preelectoral que a la acción de un presidente en el ejercicio de sus funciones ejecutivas. Seguramente fue Durán Barba el que el aconsejó pasar a saludar a María José Ferrero, la militante-simpatizante-colaboradora del PRO, que le envió una carta -a consecuencia de las inundaciones-, pidiéndole su intervención con  súplicas, alabanzas, y  los consabidos e infaltables elogios al abuelo; pero muy concisa y explícitamente  crítica, del gobierno de Lifchitz. 
A confesión de partes, relevo de pruebas.
  El aterrizaje de Mauricio en La Fidela no pareció- para nada- la faena de un estadista preocupado por la suerte de su gente, sino más bien, una acción marketinera de réplica al duro pedido del Ministro Costigianis, para que aparecieran los fondos para paliar la grave situación… que siguen sin aparecer.
Éste, en un talante desusado para el socialismo de mercado, reclamó sobre la necesidad de que el Ejecutivo Nacional deje de teorizar sobre el cambio climático y ponga lo que hay que poner: plata. Si el Ministro Costigiani dice lo que dice del gobierno nacional, nadie puede pensar que lo expuesto corre  por su exclusiva cuenta y orden (de eso no deben quedar dudas), pues a partir de sus dichos el Gobernador Lifchitz lo sentó en cuanto reunión o evento hubo. Macri le contesta: “vos me atacas”; yo voy a ver el agua “desde arriba”, sin el gobernador de la provincia y  con José Corral (intendente re-PRO de la ciudad de Santa Fe y encima presidente de la UCR nacional) y  yendo de visita a lo de Marita.  Su misiva de preocupación parece guionada,  para que aterrice Mauricio. Escribe, con centro incluido, que los de la provincia no la atienden, en definitiva  no existen,… deriva en que son unos inútiles.  Sólo queda Mauricio. Y Mauricio ya en el terreno, en Rafaela, les dice a los del Frente “progresista” (con comillas y minúsculas) que hace falta “estudiar proyecto hídricos  inteligentes, que se hizo mucha obra improvisada”. De lo que se deduce: que no se hicieron o se hicieron mal… ni se estudiaron.  Eso es un palo directo al Socialismo que gobernó la provincia en los últimos 9 años, ¿o me equivoco?, ¿ya no es el cambio climático? Que ni el socialismo de mercado, ni el PRO quieren discutir en profundidad, porque ambos son tributarios electorales de los cultores y beneficiarios del monocultivo sojero.
  En Santa Fe no gobierna ningún K, nunca lo hicieron, a no ser que tomemos al gobierno de Bonfatti como un cogobierno con un sector K (que le hizo tanto daño a la provincia, como a las chances electorales K, nacional y provincial, hostigando inexplicablemente a MEB). En Santa Fe gobierna desde hace dos períodos y fracción, el socialismo y una parte de Cambiemos  -nos referimos a la desopilante UCR de Santa Fe, que alquila el partido un rato a los socialistas y otro rato a la derecha-, y a éstos los precedió el peronismo-liberal del Lole, por 16 años, aliado hoy al macrismo. Así que acá, se terminó el verso de la herencia, no le pueden echar la culpa a Cristina. Tienen que gobernar y la verdad no saben para donde salir.  Al Lole desde abril del 2003, las inundaciones de Santa Fe (capital) lo tienen a mal traer en la justicia, por las obras no realizadas que ocasionaron muchas muertes; lo que no le impidió ganar las elecciones 90 días después con más de 50 % de los votos en el distrito capital. Allí mismo, ¡sí!, donde  las inundaciones tuvieron su epicentro más trágico y devastador, ahí… el Lole ganó por “afano”. Eso explica la actitud de Reutemann hoy, de no ir a la convocatoria del Gobernador, para coordinar una acción política conjunta, con el objetivo de ayudar a paliar el desastre ambiental, que no es natural, sino producto de los desequilibrios que generó la mano del hombre. Para qué va a ir si lo votan igual. Debe ser seguramente  el mismo análisis que hace  Ana Martínez para ausentarse a Disney, con su provincia inundada. Si el “Lole lo Hizo”, y saco más del 50% de los votos, seguro que la próxima gano Rosario, habrá pensando la “nueva política”. ¡Socorro!
  Sin duda la carta de Marita, es parte de la acción publicitaria del gobierno nacional,  y de allí el peligro que conlleva confundir marketing con gestión. Servirá para ganar elecciones, pero no para aliviar el sufrimiento de la gente, que es en definitiva de lo que se trata y para qué sirve la política. La agrupación Grito de Alcorta repitió hasta el cansancio que esto de politizar la emergencia era altamente inconveniente, pues cuando una pedrada, una inundación o sequía se viene, no pregunta en la tranquera si es Marita del PRO o el Juanchi de los K o el Gordo del PDP, o el Hugo trabajador de ATILRA o a Juan Pueblo, que hizo su ranchito a la vera de algún río o laguna. El agua no  moja, ni daña a todos por igual, “ojo con esto”. Perjudica y afecta más -mucho más- a los más humildes, al más débil, donde debe ir prioritariamente dirigida la acción de gobierno. No es lo mismo un pequeño productor tambero, que La Taperita, el latifundio integrado en la producción láctea, que posee más de 200.000 hectáreas. La experiencia en el sector agropecuario, nos indica que después de un desastre natural, el gran productor sale más grande y el pequeño, más pequeño… o abandona la actividad.  
  Es muy pedagógico ver la conferencia de prensa de Mauricio Macri en Rafaela, flanqueado por el gobernador Lifchitz y el presidente nacional de la UCR, José Corral. Podrán apreciar el grado de improvisación y desconocimientos que tiene el Presidente de la Nación, de los instrumentos con los que cuenta el Estado para hacer frente a la emergencia, con plata, como reclama el Ministro Costigianis. No conocía los alcances de la ley de emergencia (Ley N° 26.509), sancionada por unanimidad en el 2009. Preguntaba a cada instante a Buryalie  sobre cómo era la emergencia o el desastre agropecuario, los plazos, de cuándo era emergencia y/o desastre, nada dijo del fondo específico que la ley tiene asignado, ni si lo va actualizar, o sea le va a poner más plata. Sólo evasivas de circunstancias, “su dolor es el mío”, “lo estamos evaluando”, “lo comenté con el ministro”, etc. Ni una sola precisión, es Mauricio…No Cristina. Ella ya no está, acá no gobernó ningún K, y sin el relato de la herencia, la falta de imaginación y propuesta queda al desnudo y se hace  patética. No se le cae una idea. Verlo es realmente pedagógico, es difícil digerir  en que manos estamos.

Es el Modelo Hipócritas

  El cambio climático existe, no es una sensación térmica, ni un debate teórico. Tiene nombre y apellido. No es un castigo bíblico que vino de la nada, vino de la acción depredadora de terratenientes, políticos y grupos económicos; que no pueden ver ni un metro de tierra con bosque natural, sin soja o vacas. Lo dijimos y lo repetimos una y  mil veces, Argentina no resiste ni un centímetro menos de bosque, ni un metro más de soja. Y cada inundación nos lo  recuerda cruelmente. Santa Fe, es una prueba por demás de contundente de cómo el monocultivo capturó ideológicamente a la clase política gobernante y de cómo los puso  a su servicio, haciéndolos  a todos muy parecidos, tanto al socialismo (oficial) como al PRO, ambos se disputan a ver quién es más neoliberal en política agropecuaria.  Ninguno de los dos cuestiona seriamente el modelo de desarrollo agrario de monocultivo de soja inducido, con concentración de tierras y rentas. Nada -ni aunque o sólo sea  discursivamente-, ni siquiera eso, aunque más no sea, sólo en el discurso, demasiado poco para quienes se definen desde el nombre de socialista e integran un frente progresista… Sólo son lisonjas para “el modelo”,  principal  responsable del cambio climático y desgracia para los ciudadanos de a pie. El líder del socialismo Hermes Binner,  hizo campaña en el 2014 diciendo que la “la soja no es un yuyo” y su bloque de diputados en agosto del 2014 presentó un proyecto para que se le rebaje el IVA a las semillas y productos fitosanitario (glifosato), destinados esencialmente a consolidar a la soja como monocultivo (ver expediente 5679-d-2014, HCDN). En sus fundamentos el proyecto dice explícitamente que todos los productores son iguales, sin diferenciar tamaño, lugar, ni nada. Agregando un pecado más a ese socialismo de mercado en que se convirtió el socialismo (oficial) argentino. “Cosas verdes Sancho”.
Urtubey, Rozas y Romero,
los mayores dilapidadores de tierra pública,
después de Roca.

  La profesora Elba Stancich de la universidad UCEL, en el programa radial  de Leo Richardino, suministró con respecto a los gases efecto invernaderos, tres datos concluyentes que cuestionan la esencia  del modelo de desarrollo agrario argentino y lo ponen a la vanguardia de los depredadores ambientales. El 50% de los gases efecto invernadero, provienen del consumo de energía fósiles, el 28% de las actividades agrícolas ganaderas, el 22% restantes de los desmontes. La Argentina está en el top ten de los países desforestadores y dentro de los 25 países que más gases efecto invernadero emiten en el mundo. Y los aliados del presidente Macri como Urtubey, Ángel Rosas o Juan Carlos Romero, en las provincias que gobiernan -y/o gobernaron-,  son entusiastas cultores de la depredación ambiental con dilapidación de tierras públicas. La base electoral más fiel al macrismo está allí, en ese segmento de sojeros, pools de siembra, terratenientes, operadores de bolsa, proveedores de servicios al agro, vendedores de insumos, comerciantes de granos, etc. Son los principales propulsores  y defensores  del monocultivo de soja y de los feet loot ganaderos (hijos siameses del modelo)  responsables centrales  del desastre ambiental, que trajo la sojización.  Las inundaciones son una de sus consecuencias -sólo una, no la única, hay otras no menos importantes y graves (migraciones rurales, desertificación, sequias, etc)-  por eso suena a hipócrita, a excusa, a chamuyo barato,  el cambio climático en boca de la derecha.


Salud y Cosechas
Pedro Peretti