viernes, 20 de diciembre de 2013

MOVIDA PARA SOJIZAR AÚN MÁS A LA ARGENTINA

Paso por Buenos Aires, Mike Dwyer...El futuro ¿es sustentable?

Mike Dwyer: desparramó optimismo para los commodities,
todo hace presumir que se va a profundizar el proceso de sojización
en Argentina.
   Mike Dwyer, representante del departamento de agricultura de EEUU, (USDA), pasó por Buenos Aires -invitado  por la entidad que nuclea a los acopiadores de Granos- y nos dejó algunos conceptos interesantes, para tener muy en cuenta, en materia de perspectivas de negocios, fundamentalmente  para la burguesía  agraria intermediaria, aunque muy  inquietantes en cuanto al futuro de los últimos chacareros que aún quedan en pie. Desde aquí, podemos sacar algunas presunciones sobre cómo y  hacia dónde, va a evolucionar el sector agrícola argentino y las amenazas a la sustentabilidad ambiental que genera. (Fuente: Infocampo.com.ar… 19/11/13)

   El representante americano detalló,  puntos y perspectivas,  que son muy positivos para el modelo de monocultivo inducido con concentración de tierras y rentas,  pues pronostica que la demanda de granos va a ser sostenida, fundamentalmente  por las compras de  China e India. Lo cierto es que esas noticias en nuestro país, sin políticas públicas protectivas (como pueden ser la ley de arrendamientos, la segmentación de retenciones, etc.), que actúen como filtro o barrera para impedir la concentración y el monocultivo, sólo son positivas para el puñado de  sojeros mega plantadores; y significan una luz muy roja para el resto,  llevándonos directo -y sin escala- a profundizar y consolidar el modelo  de  exclusión chacarera. El componente internacional es clave para  el desarrollo agrícola local, asentado en el monocultivo sojero de escala, que está  esencialmente, vinculado al sector agroexportador más que al mercado interno, ya que se exporta más del 90% de lo producido. La incorporación de  nuevos segmentos poblacionales a las clases medias, en China e India, impulsó el consumo de proteínas de origen animal, hacia donde está dirigida esencialmente  nuestra producción sojera. Según el experto norteamericano, se espera que para el 2022, sean 978 millones de hogares de clase media nueva  en el mundo. Esto significa una duplicación de las clases medias, en los países en desarrollo. El USDA hizo un análisis que muestra por país, cómo reaccionan los consumidores cuando aumentan sus ingresos en dólar. Los de menores ingresos gastan un 60% de ese dólar en más comida. En China esa cifra es del 40%. En EEUU del 6%, la mayor demanda va a provenir de esos países en que el impacto de los alimentos es mayor”. También crecerán las ciudades; en China la población aumento un 0, 5% en las zonas rurales, pero 10 veces más en las ciudades. Dwyer destacó lo que significa esto en el consumo de carnes: “el incremento ha sido del 1% en la Unión Europea, del 2% en Norteamérica, del 16% en el sudeste de Asia, del 27% en China, y un tanto más en Sudamérica”… si esto continúa, tendrá implicancias en la demanda de alimentos y se traducirá en más harinas de soja, cereales etc… “Esto viene a contradecir el discurso autocomplaciente y épico, del sojero que alimenta al mundo,  tal como lo expresa Gustavo Grobocopatel: “la soja es parte de un nuevo sistema: si uno critica a la soja está contra los pobres, de esos pobres que empezaron a comer, porque antes en Asia mucha gente vivía con una taza de arroz por día y ahora puede comer pollo o cerdo” (Grobocopatel - Infocampo.com.ar 16/9/13, “En Sudamérica trabajamos para alimentar el mundo”). Los pobres siguen sin comer, por eso sigue habiendo más de 900.000.000 millones de seres humanos que pasan hambre en el mundo, pues la soja no va al estómago de los pobres, sino a alimentar los cerdos y aves que son el consumo de las clases medias, como muy bien lo describe el experto americano: “Otro aspecto importante para los commodities es el uso de los biocombustibles, esto traerá aparejado un fuerte incremento del comercio internacional…”, y agregó: “una gran presión de las grandes transnacionales que manejan el comercio de granos, vía OMC, para que se liberalicé -aún más- la actividad comercial, ya que la importación de los países en desarrollo crecerá y también la agricultura, por lo tanto más volumen, más importaciones-exportaciones, más comercio, más comisiones y negocios para Cargill y cía.”.  
   Continuó el experto: “Si ustedes quieren saber  adónde van  los precios de los alimentos, pregunten entonces primero como está el petróleo”. De allí la importancia de dos cosas que venimos marcando nosotros: primero, la estatización de YPF para lograr el autoabastecimiento y segundo, el desarrollo de los mercados de cercanía o locales para bajar el costo logístico del transporte en los alimentos., situación en que la Argentina se encuentra muy atrasada.
 El sexto factor que enumera dice: “si el mundo necesita más alimentos hay dos alternativas: usamos más tierra o aumentamos el rinde”. Para Dwyer, en los próximos diez años, se pueden hacer ambos. Y el orador destacó que la disponibilidad de tierras no cultivadas en América Latina, es de 123 millones de hectáreas y en África de 202 millones pero están muy inaccesibles y sin infraestructura.  Con lo cual la presión sobre la sustentabilidad va a ser muy alta. Bosques, Productores, chacra mixta, van a estar en serio riesgo por la gran demanda  que va a provenir de estas naciones emergentes. Nuestra burguesía intermediaria va a presionar, por sembrar soja hasta en la cordillera de los Andes, y  va a exigir -en nombres de los impuestos  que pagan- que se le hagan las obras de infraestructura necesarias. Una necesidad de ellos, de sus negocios, que siempre la “facturan” a nombres de las necesidades de país.  La combinación de buenos precios y gran demanda será clave para el  revival de identificar sus propios intereses y requerimientos, con los del país. 
Sin dudas, el más lúcido estratega de una forma
de agricultura que prescinde de los
productores.
   Con lo cual implica queda implícito, que hay que redoblar los esfuerzos -tanto desde lo político como desde  lo gremial- para que la agricultura de rostro humano, no desaparezca en los próximos diez años en Argentina, y que nuestra clase política no compre el verso del monocultivo sojero. Debemos  convencer a la sociedad, a la política, para que se exprese con  una política de estado, pública, permanente;  es imprescindible,  tener instrumentos legislativos que frenen el monocultivo y la concentración. El futuro está severamente amenazado, la sustentabilidad está en riesgo y la chacra mixta rumbo su definitiva desaparición, por  la combinación  de grandes precios y mercados seguros…  y el Estado, ausente. Lo que debería ser una bendición para toda la agricultura, se transforma en una amenaza, para los más chicos o débiles. Sin  un modelo  agrícola protectivo, que defienda lo que queda de la  agricultura de rostro humano; la burguesía intermediaria de para bienes, precios, demandas y Estado ausente, que más pueden pedir. Van volver a la carga con demandas y medidas de índole política, para tratar de terminar de sojizar la Argentina,  bajo el paradigma de la burguesía intermediaria, que quiere llevar al país a un esquema de semicolonia agraria, del siglo XIX. A tal fin,  tratará de armar o “comprar” algún proyecto político; para llevar adelante sus reclamos y convencer a la sociedad de que la Argentina, en su conjunto,  debe hacerse  cargo de los costos del modelo de sojización; económicos, ambientales, poblacionales, sociales… Y allí la estrategia del establishment no es monolítica, aunque el fin es el mismo….como lo veremos en el punto que sigue.

Operaciones…para condicionar el gobierno y  profundizar la sojización

   Estas perspectivas tan optimistas que describió, con precisión de cirujano, Mike Dwyer, no pasaron desapercibidas para la burguesía intermediaria  sojera argentina. Por otra parte, no hace falta que un yanqui, les cuente lo que ellos saben a la perfección. Lo que sí es notorio, es la desesperación, la urgencia para que el gobierno tome medidas a su favor, cada año que pasa, es rentabilidad presunta que se le escapa. El gobierno argentino después de la resolución 125, está en una especie de limbo, en el que no se decide ni acierta el camino a seguir: no termina de concederle todo lo que los grupos quieren, pero tampoco se decide por el camino opuesto de las Políticas Publicas Diferenciadas, para defender  a los agricultores genuinos que aún quedan, y garantizar la sustentabilidad ambiental vía chacra mixta. Si les hace caso -cosa que puede suceder- a las recetas que plantean los  hombres de negocios concentrados, la Argentina será más dependiente y monopólica, y habremos construido un desierto sojero, más grande y profundo que el que  tenemos hoy. No hay en los sectores del monocultivo,  vinculados al establishment, una estrategia única,  divergen  tácticamente. Mientras el sector más lúcido y con visión de mediano plazo, que plantea una integración de parte de lo que expulsa al sistema de sojización, esencialmente transformando el chacarero en rentista (esa  es la  vía más explícita de  integración, que proponen,  que ellos identifican como de redes, y nosotros de pools, que es el que encabeza Gustavo Grobocopatel, dialoguista , extremadamente lucido), quiere llegar a un acuerdo con el gobierno,  no ve en  la Mesa de Enlace,  un instrumento que facilite el clima de negocios tan necesario para estas contingencias, dada su tosquedad  interpretativa de los momentos políticos, y  propensión al conflicto,  en nada ayuda a mejorar la impresindible relación con el Estado que es quien, en definitiva, es  el dueño de la pelota, el que  fija las reglas, situación por otra parte que el K, lo ha dejado por demás de claro desde el primer día.  Gustavo Grobocopatel, también lo tiene muy claro desde el primer día, y  lo marca  con todas las letras:  “obvio-dice-la nueva ruralidad no son los estancieros o chacareros representados por la Mesa de Enlace, la nueva ruralidad son los emprendedores globales egresados de la universidad” (Saldillo, Diario 22/9/11)  La visión de laMesa de Enlace, sobre el  gobierno, es  muy sesgada, lo analiza como un obstáculo político- ideológico, antes que de  negocio; y éste  es un enfoque altamente inconveniente para el sector más concentrado de la burguesía intermediaria, que ponen los negocios por encima de lo político–ideológico. Necesitan del estado y del gobierno, para obras de infraestructura, logística y  modificar resoluciones impositivas,  controles y regulaciones, que le achican las utilidades y les desmejoran los balances. Gustavo Grobocopatel y el grupo de empresas del Foro Regional de Agro Negocios,  a quienes les ha ido muy bien con este gobierno,  plantean otro tipo de  interlocución público-privada, más sutil, más de utilizar las capacidades estatales a su servicio, para lo cual hay que tener la mejor relación posible con el gobierno y sus funcionarios. Diálogo y consenso, como instrumentos de transferencias de ideas entre el sector público y privado, es lo que les va a garantizar los negocios desde posiciones dominantes,   la confrontación es un obstáculo para esta táctica. Lo dice el  mencionado Grobocopatel,  con claridad en el II Forro Regional de Agro negocios: “Hay oportunidades para  que el sector privado participe en la definición de políticas públicas, nuestro deber no es trabajar en las consecuencias sino en la construcción”. Clarísimo… Quieren,  participar en el  diseño de  sus propias  políticas, para ellos los negocios, que los políticos pongan la cara para ejecutar  y el estado le dé garantías jurídicas y de infraestructura, ¡bobos no son, eso está claro!. Piensen la monumental transferencia de recursos que ellos se   imaginan, si les da resultados. Ingresos y tasas de ganancias, es esa la discusión de fondo de la política agropecuaria argentina, QUIÉN VA A SEMBRAR LA ARGENTINA, tanto de la coyuntura,  COMO DE LA DÉCADA QUE VIENE,  ese es el debate de fondo: o miles de chacareros o un puñado de sojeros,  mega plantadores, auxiliares productivos de las grandes transnacionales. Es esa la cuestión de fondo, la madre de todas las batallas de la Argentina en su conjunto: cómo se para cada uno en esta pelea, estará dando las pautas de qué comportamiento tiene frente a nuestro pueblo y el grado de patriotismo que puede exhibir.
   La otra posición que mencionábamos, en la que se divide el establishment agrario, es la que tiene como operador y mascaron de proa,  al grupo de tareas, a favor del liberalismo medieval explícito, más conocido como: Mesa de Enlace. Es el neoliberalismo más tosco, que tiene como biblia los informes escolares que preparan los grupos CREA, tan reiterativos, como obvios y  faltos de creatividad, más  las conocidas  cuatro  cadenas, Acsoja, Maizar, Asegir y Argentrigo, que -salvo honrosas excepciones, que las hay-, son el refugio de un liberalismo de negocios, ultramontanos,  son el gremialismo del volumen, adjuran de la agricultura de rostro humano,  y en vez de defender productores de carne y huesos, defienden cultivos, sin importar quien lo haga, como bien lo expresan  sus nombres. Tuvieron una  reciente reunión con el flamante Ministro de Agricultura Carlos Casamiquela, y  le presentaron un pliego de condiciones para la rendición incondicional del Estado, y que éste se haga cargo de limpiarle, el camino de la felicidad a ellos, ilustres y sacrificados patriotas, que se hacen millonarios, por nosotros,  los ingratos argentinos que no los comprendemos, ni  valoramos, no interpretamos que lo de ellos,  es sólo caridad patriótica. Y cuanta más caridad, podrían hacer por el “bien” de todos, si les despejan el camino impositivo, le  construyen  infraestructura, mejoran el tipo de cambio, bajan salarios, devalúan, etc… Lo más libre  posible, a los efecto de que ellos sean más felices y fuertes, en beneficio por supuesto de “todos”… ellos… ¡anda! Ah, el pliego es con instrucciones muy precisas para el Estado, deben reunirse, mejor dicho, lo conminan a dialogar con la  Mesa de Enlace, que cumple -en este caso- el papel de patovica del neoliberalismo, encargada de los trabajos sucios, pues “ellos” sólo se ocupan de llevársela, con la pala. Las propuestas de este sector están marcadas por un  fuerte sesgo ideológico neoliberal, ultra. Todas sus demandas son encabezadas contra el Estado, las regulaciones y por la libertad de comercio, propias de la república conservadora, y de la inmediatez y brutalidad de las medidas que propugnan, acompañadas en lo político por un golpismo explícito; es habitual orador en  asambleas de la Mesa de Enlace,  y ovacionado (Pehuajó), el gendarme neonazi sublevado Raúl Mazza. En la asamblea de Santa Fe propusieron hacer desaparecer al gobierno, bajo la mirada distraídas de los dirigentes presentes, situación por la que están  procesados por la justicia un par de productores. Sin duda estas políticas medievales, aunque los dos sectores terminen o quieran lo mismo, espantan a la parte más  lucida  y dinámica de la burguesía intermediaria, que ve los obstáculos políticos que le genera este tipo de intervención, desaforada y explícita, de objetivos que necesitan de otra forma de planteo para poder desarrollarse,  no reniega de la democracia, ni de los beneficios sociales, sólo quiere negocios lo más concentrados y voluminoso posibles, con contención social y seguridad. Allí militan también sectores vinculados con la iglesia católica, que poco tiene que ver con la prédica del papa Francisco.
   Pero desde las dos vertientes se intenta condicionar al gobierno y cooptar a la oposición, para que elijan el camino del modelo de producción de monocultivo inducido, con concentración de tierras y rentas, el sector inteligente (los Grobos) tiene más aceptación en los círculos oficiales, el sector tosco ha cooptado a la oposición, cuyo posicionamiento les permite, además, disfrutar del espacio mediático,  ya que los suplementos rurales de  medios hegemónicos tienen una fuerte presencia en el sector, y son los principales sostenedores de la causa: soja o muerte. Ambos  son inconvenientes para los sectores populares, cuyo modelo productivo debe estar dominado por una fuerte impronta nacional y tener como eje a la burguesía nacional chacarera, que hay que disputarla, política y económicamente  y no regalársela, ni  a la Mesa de Enlace, ni a la derecha política.

Salud y Cosechas
Pedro Peretti